Los fallos en el funcionamiento de los sistemas
de atención, memoria
y control ejecutivo pueden ayudarnos a explicar las dificultades en el aprendizaje de las matemáticas del alumnado con TDAH. En efecto, la adquisición de automatismos del cálculo, que depende de la repetición de las
asociaciones, requiere
vigilancia e implicación activa. Así mismo,
para establecer asociaciones que luego
han de automatizarse, todos los términos de la operación deben
mantenerse simultáneamente en la memoria.
Por consiguiente, si la capacidad de memorizar es limitada se producirá una pérdida de información con consecuencias fatales
en los resultados.
Además, junto a las limitaciones para acceder rápidamente a la memo-
ria,
los estudiantes con TDAH suelen
desplegar estrategias inmaduras de conteo, por ejemplo
«contar todo» en lugar de «contar a partir de», que
suponen también un coste enorme
para la memoria
de trabajo.
La panorámica se complica cuando los cálculos tienen cierto nivel de
complejidad porque, además de
atención, memoria y
estrategias cognitivas,
exigen un control continuo de cada fase que depende del sistema ejecutivo.
Por
último, los fallos de supervisión pueden provocar errores como confundir el signo, cambiar el algoritmo de la suma por el de la resta a mitad de opera- ción, o restar el número mayor del menor sin considerar si es el sustraendo.
A continuación se exponen algunas
recomendaciones que
ayudarán al profesorado en el desarrollo de estas áreas.
Numeración y cálculo
• Utilizar tablas
de sumar y tablas de restar para agilizar
el cálculo mental.
• Realizar juegos
de cálculo mental.
• Realizar representaciones tanto de la suma como de la resta por
medio de dibujos, puntitos, etc.
• Trabajar las operaciones matemáticas por medio
de juegos (dominó, parchís, etc.).
• Utilizar columnas numéricas para el aprendizaje de los números en el
que las unidades, decenas, centenas, etc. sean el referente
visual.
• Reafirmar los conceptos básicos aritméticos: significado
del número, comprensión
de símbolos, contar
y descontar, componer y des-
componer números, el valor que ocupa
un número, propiedades asociadas a cada operación y estimación.
• Entrenar a diario
mediante cálculos muy simples (3+1,
4+2…) para reducir
el uso de dedos como estrategia de cálculo.
• Representación
mental de los números:
jugar a visualizar palitos,
cerrar los ojos y ver dibujados 1, 2, 3 hasta 5 palitos. Por ejemplo,
delante de la suma 9+4 me ayudará
la siguiente autoinstrucción:
«empiezo diciendo el número mayor y le añado palitos que veo mentalmente y sigo contando. Por ejemplo, digo
9, veo un palito y digo
10, veo otro palito
y digo 11 y así hasta añadir
los 4 palitos».
Resolución de problemas
• Enseñar a subrayar los aspectos más relevantes del enunciado: datos,
incógnitas, otros.
• Acostumbrarle a representar la información mediante dibujos sen-
cillos.
• Parcelar el espacio
físico del problema en diferentes zonas: datos, pregunta, representación de operaciones, resultado.
• Exigir la comprobación del resultado.
• Si comete
un error en una operación, pedirle
que repita los pasos pero en voz alta para identificar dónde ha cometido
el error.
• Permitir utilizar hojas cuadriculadas, para facilitar la correcta
alinea- ción de las cifras en las operaciones.
• Facilitar una hoja de autoinstrucciones, que le ayude
a interiorizarlas y convertirlas en hábito. Ejemplo:
«ante un problema subrayo
los datos y redondeo la palabra o palabras clave que identifiquen la operación».
• Permitir que tenga las tablas de multiplicar a mano.
• Controlar el trabajo
en espacios cortos,
dejándole trabajar de forma
autónoma, pero estando atento
a los posibles bloqueos.
• Acostumbrarle a utilizar el reloj para controlar el tiempo dedicado a cada fase.
• No obligarle a copiar los enunciados de los problemas, permitiendo
que dedique ese tiempo a razonar y comenzar la resolución.
• Evitar los enunciados largos,
si no son estrictamente necesarios. Simplificar la complejidad.
• Cuando la dificultad se encuentra en el reconocimiento de la ope- ración que se debe utilizar para resolver
con éxito el problema,
se puede entrenar
mediante la siguiente
autoinstrucción:
Sumar = PONER
cosas (+) Restar = SACAR cosas
(-)
Multiplicar = PONER cosas (+) MUCHAS
VECES (x) Dividir = REPARTIR cosas
(:)
• Una forma
muy gratificante de trabajar la resolución de problemas, es a través de ejercicios en los que solo debe identificar la opera-
ción sin necesidad de resolverlo.
• En el caso de que los errores
aparezcan por descuido o impulsividad al utilizar el signo correcto,
por ejemplo, cambiar
el signo a la
hora de pasar los datos a la hoja, puede ser útil hacer uso de una estrategia que le obligue
a dedicar tiempo
a pensar. Una buena
estrategia puede ser pintar los signos siempre del mismo color
antes de empezar a operar:
(+) color verde (-)
color rojo
(x) color
azul
(:)
color naranja
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