El profesorado
es una pieza clave a la hora de encauzar la
integración del alumnado con TDAH dentro del grupo y
minimizar los efectos de sus
síntomas, con el fin de mejorar
no sólo su aprendizaje sino también sus habilidades sociales
y su autoestima. El niño o niña con TDAH puede
te- ner un
correcto desarrollo escolar
que ayude a su plena
integración
en el grupo
si se aplican las intervenciones adecuadas en el
aula, sin perjuicio
para el resto de los alumnos
o alumnas.
Para ello el profesor o profesora
puede poner en práctica
una serie
de medidas relativamente sencillas, pero muy
efectivas, que en términos generales son:
• Normas claras
de aula, para el conocimiento de códigos de conducta y consecuencias de las acciones.
• Realización de actividades adaptadas a la edad del alumnado, para la comprensión de los síntomas
del trastorno y cómo controlarlos,
COMO TRABAJAR LA CONVIVENCIA
• Dinámicas de grupo para el desarrollo
de
la
autoestima, de la confian- za entre los miembros de la clase, de conocimiento
entre
los
alumnos.
• Actividades académicas mediante trabajo en grupo cooperativo. Por ejemplo: tutoría entre iguales, que consiste en parejas de
alumnos, en las cuales uno hace de tutor (y aprende,
porque enseñar puede ser una buena
manera de aprender) y el otro hace de
tutelado (y aprende por
la ayuda ajustada que recibe
de su compañero tutor),
a través de un formato
de interacción estructurado por el docente; o la técnica del rompecabezas, en
la que cada peda-zo (cada
estudiante) es esencial
para la terminación y comprensión completa del producto
final. De este modo, la técnica requiere de la interdependencia
positiva de los miembros del
grupo, ya que ningún miembro
del grupo puede
conseguir el objetivo final sin que los
otros miembros también lo alcancen.
• Juegos
cooperativos tranquilos.
• Utilizar a compañeros con mayor competencia social para que
for- men pareja o equipo en las actividades académicas o en los juegos.
• Desarrollo
de sistemas de apoyo por
parte de compañeros, alumno o alumna ayudante o círculo de amigos.
• Evitar
que el alumno o alumna sea el centro de
atención de sus compañeros y sea etiquetado como el gracioso
o el conflictivo de la clase.
• Es útil
fomentar la relación del alumnado con TDAH con el resto de compañeros para
aprender a convivir y a respetar normas
y límites.
• Implicarle en responsabilidades controladas en el ambiente
de clase puede contribuir a que los demás niños
y niñas tengan
una visión más positiva
sobre él y mayor aceptación.
• Utilizar con
cierta frecuencia el trabajo en pequeño grupo
dentro del aula, realizando actividades de trabajo
cooperativo.
• Utilizar la figura del cotutor,
de forma que un alumno
o alumna sea tutor o tutora de otro niño o niña con TDAH en la realización de ciertas actividades, garantizando que también
el alumno o alumna
con TDAH tutorice algo en lo que sea bueno.
• Potenciar el análisis por parte del grupo de diferentes situaciones, vividas o representadas, que favorezcan la reflexión del alumnado
con TDAH.
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