ESTRATEGIAS PARA TRABAJAR LA HIPERACTIVIDAD Y LA IMPULSIVIDAD EN SECUNDARIA
Las actitudes propias de la adolescencia se ven agravadas cuando el joven
padece TDAH con
predominio de impulsividad o hiperactividad. Las causas de estos comportamientos son:
• Conducta rebelde ante
el intento de terceros
de controlar sus emo- ciones y comportamiento.
• Continuo enfrentamiento con la autoridad.
• Rechazo al centro
educativo, dado que no encuentra relación entre
el mundo real y lo que le ofrecen en las aulas.
Por ello hay que tomar una serie de medidas que se detallan
a continuación.
Crear un clima de aula adecuado
• Establecer y consensuar normas,
límites y consecuencias claras.
• Priorizar el respeto
en todas las relaciones sociales en el aula y en
el centro, dedicando
tiempo específico a trabajarlas.
• Crear lazos de empatía con el alumno
o alumna, organizando ac- tividades que faciliten el conocimiento de uno mismo
y de los de- más, y ayuden a establecer relaciones interpersonales.
• Permitirle válvulas de escape, por ejemplo, posibilitar
movimientos controlados (avisos
al conserje, hacer
fotocopias...), o hacerle
pro- tagonista de la explicación.
• Separar la persona del acto que realiza,
ya que muchas veces no son conscientes de las consecuencias
de sus acciones. Utilizar mensajes que
se centren en la acción y no en la persona. El exceso de severidad desmotiva a los adolescentes, aumentando su sen- sación de fracaso.
Prevenir la aparición de conflictos
• Crear un ambiente en el que se fomente
la comunicación.
• Prever protocolos
de actuación para afrontar
situaciones de enfa- do, frustración o incluso agresión.
• Mantener una actitud hacia
el alumno o alumna que favorezca
la confianza interpersonal.
• Evitar criticarle públicamente o ponerle
en evidencia.
• Enseñarle
a reflexionar transmitiéndole información de manera
constructiva que le ayude a la auto-observación.
• Hacerle
partícipe de las soluciones para corregir la
conducta in- adecuada.
Ejercer la disciplina
• Evitar tanto actitudes permisivas como autoritarias.
• Adoptar una actitud firme y clara en el cumplimiento de la norma.
Dicha actitud será siempre
respetuosa, abierta
y afectiva.
• En los
momentos posteriores al conflicto, intentar
comunicarse po- sitivamente con el o la adolescente, sin enjuiciar ni criticar.
• Resolver
los conflictos junto con el alumno o alumna
implicado, utilizando la negociación, identificando el origen del problema y
planteando posibles soluciones.
• A la hora de sancionar,
emplear las consecuencias lógicas y natura- les, por ejemplo, si sentado al lado de la ventana
no deja de golpear
el cristal haciendo ruidos molestos, se le colocará
en un lugar que no acceda
a la ventana.
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