El opositor ante el temido tribunal
Una vez adquiridas las competencias para realizar un buen examen, toca defenderlas.
El momento “más temido”. El opositor sólo frente al tribunal. “No hay que ir al examen a defenderse, esperando que sea fácil o difícil, que se tenga un buen día de suerte o no se tenga”,
Se trata de “un combate de inteligencias”: el tribunal tiene el deber de seleccionar al mejor y el opositor tiene el deber de hacer todas las preguntas bien para ser seleccionado. “El examinado contesta correctamente no sólo porque sabe la respuesta, sino porque es capaz de analizar al tribunal a través de las preguntas: sabe dejar en blanco la pregunta conflictiva, elimina con antelación situaciones de estrés y no comete errores de procedimiento”,
“El alumno tiene una estrategia y no se deja arrastrar por nada”.
Es por ello, que debes estar muy bien preparado, sobretodo, saber responder a situaciones que no te esperas.
Es por ello, que debes estar muy bien preparado, sobretodo, saber responder a situaciones que no te esperas.
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