martes, 4 de junio de 2019

La Sobrecorrección



  Consiste en indicarle al niño o niña que haga algo que repare o compense el daño causado por su conducta negativa. Puede ser de dos tipos:
-  Sobrecorrección restitutiva: consiste en reparar los efectos negativos de la conducta inadecuada, dejando la situación igual o mejor que estaba antes del daño. Por ejemplo, si tira al suelo una caja de ceras de colores y las pisa, se le puede indicar que las recoja y limpie el suelo.
-  Práctica positiva: consiste en practicar de manera repetida una conducta alternativa que sea adecuada. Por ejemplo, si sale de la clase corriendo y empujando a los compañeros, se le puede indicar que practique varias veces la salida despacio y sin adelan- tar agresivamente a nadie.

  Ambas versiones de la sobrecorrección se pueden aplicar juntas o por separado.

  Es eficaz porque utiliza consecuencias punitivas basadas en el es- fuerzo.

  Antes de que realice la conducta, cuando observamos que está a punto de hacerlo o bien cuando se trata de una conducta reiterada, podemos informarle una vez de lo que se le pedirá si la lleva a cabo.

  La sobrecorrección se debe aplicar inmediatamente después de la emisión de la conducta negativa.

  Es probable que el niño o niña se niegue. En ese caso debemos garantizar el cumplimiento de lo que se le pide, tranquilamente pero con firmeza.

  Es importante ignorar su resistencia, llantos o rabietas y no entrar en debates, discusiones o negociaciones.



  Podemos prestarle ayuda para la realización de la práctica que le hemos pedido.

  Tras la correcta realización de la práctica o reparación que le he- mos solicitado, se debe elogiar y reforzar el esfuerzo y olvidar el incidente.

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