lunes, 9 de mayo de 2022

LA RESILENCIA-AULAS HOSPITALARIAS



LA RESILENCIA-AULAS HOSPITALARIAS


 Un grupo en situación de vulnerabilidad, lo constituye el alumnado que, por razones de salud, debe permanecer temporalmente hospitalizado o convaleciente, y que se encuentra, por tanto, en situación de desventaja dentro del sistema educativo. La asistencia irregular a su centro de referencia y las posibles alteraciones emocionales que suelen aparecer durante la permanencia de este alumnado en las instituciones hospitalarias, puede ser el origen de retrasos escolares, por lo que estos alumnos necesitan una respuesta educativa adecuada e inmediata a sus necesidades. Para la atención educativa al niño enfermo, existe una amplia regulación normativa a este respecto y diferentes recursos para llevarla a cabo. Esta respuesta educativa, debe estar orientada a garantizar la continuidad del proceso educativo del alumno y contemplar tanto las necesidades educativas específicas relacionadas con aspectos curriculares, como aquellas otras necesidades de tipo afectivo-personal. La evidencia de que no todas las personas y grupos que han estado sometidas a situaciones adversas o que sufren enfermedad, situaciones de riesgo, superan la situación y salen fortalecidos de ella, ha sido el comienzo en la investigación de este fenómeno al que se denomina resiliencia, y la intervención educativa en Pedagogía Hospitalaria desde este modelo de la resiliencia, coincide en sus planteamientos con los mismos que los de la escuela inclusiva. La resiliencia nos va a ofrecer otro enfoque en la intervención y en la concepción de educación y nos va a proporcionar una mayor comprensión y conocimiento empírico de los factores que protegen al sujeto de los efectos nocivos de las adversidades, como la situación de enfermedad, permitiéndonos el diseño de métodos prácticos de promoción de dichos factores, para asegurar un desarrollo favorable que contribuya a superar las dificultades.

viernes, 6 de mayo de 2022

LA AUTOEVALUACION

 

La autoevaluación como una herramienta para el desarrollo de la metacognición


Estamos viviendo un momento de revolución pedagógica, donde sin duda, la evaluación tiene un papel clave para el cambio del paradigma educativo. En este contexto, tenemos que usar nuevas herramientas para la evaluación, y por ello cabe preguntarnos por el papel que puede jugar cada una de ellas y qué aporta al proceso de aprendizaje.

La autoevaluación para enriquecer el aprendizaje

En su libro “Viaje a la Escuela del siglo 21”, Alfredo Hernando nos habla de una evaluación auténtica para el aprendizaje personalizado, en la que se han integrado diferentes herramientas de evaluación, contemplando tanto aquellas que son de valor cuantitativo y nos permiten valorar el producto del aprendizaje, como herramientas cualitativas que se centran en el proceso. Este modelo educativo se caracteriza por el enriquecimiento metodológico, y por lo tanto por el aumento de las oportunidades y herramientas de evaluación.

La autoevaluación es una de las herramientas imprescindibles en una escuela que quiera educar en una cultura de pensamiento. Si queremos usar la evaluación como una herramienta que contribuya al proceso del aprendizaje y al desarrollo del alumno, es necesario que los docentes compartamos y hagamos explícitos los criterios de evaluación y sus indicadores, y que demos al alumno protagonismo en su propia evaluación. Se trata de que los alumnos sean capaces de reflexionar sobre su propio aprendizaje y su representación, como un ejercicio de responsabilidad y creatividad, contribuyendo al desarrollo de su propia metacognición.

¿Qué es la metacognición?

Anna Brown (1978): La metacognición es el propio conocimiento y control de los procesos cognitivos.

La metacognición es el pensamiento dirigido a supervisar nuestro pensamiento y nuestra acción. Permite al aprendiz evaluar lo que hace, saber y decir en cada momento del proceso de aprendizaje cómo va, qué dificultades se le están presentando y cómo resolverlas. En este proceso, la autoevaluación acompaña al monitoreo y aplicación de las estrategias y procedimiento autorreguladores del aprendizaje.

La metacognición es una herramienta de progreso personal, por eso es imprescindible contemplarla en el contexto educativo, para favorecer su desarrollo. Para llevarlo a cabo es necesario que el docente, en su papel de guía para el aprendizaje, ayude al estudiante a que consiga:

  1. Identificar los motivos y objetivos del aprendizaje.
  2. Anticipar, representarse y planificar: procedimientos, estrategias, orden de ejecución, resultados previstos…
  3. Identificar los criterios de evaluación, saber si se desarrolla como estaba previsto para ir rectificando.
  4. Evaluar el resultado de lo obtenido y la eficacia del proceso, para planificar mejor en futuros aprendizajes y transferirlo a situaciones nuevas.

Un factor importante para la autorregulación metacognitiva exitosa será la actividad cooperativa y la colaboración en grupo en la construcción de significados y resolución de problemas que no lograrían de forma individual. El ámbito social del grupo permite al alumno el desarrollo del pensamiento crítico, descubrir lo valioso que es argumentar, y regular los comportamientos a las necesidades del grupo.

¿Cuándo podemos trabajar la metacognición en el aula?

Carmen Pellicer y José A. Marina, en su libro «La Inteligencia que aprende», aseguran que la metacognición se desarrolla a partir del 1º año, permitiendo al niño organizar su experiencia. Está relacionada con el «habla interior», que es la aplicación íntima de las autoinstrucciones habladas que nos damos a nosotros mismos en edades tempranas. El lenguaje interior se desarrolla desde los 5 años aproximadamente. A partir de esta edad son capaces de hablar sobre su trabajo de forma sencilla, describiendo sus características y cómo lo han hecho. Más adelante emiten juicios comparándolos con patrones externos, como el trabajo de otros o la nota merecida.

Sobre los 8-10 años, ya muestran capacidad para analizar, juzgar y mejorar tanto el producto del aprendizaje como el proceso. A partir de esta edad se produce un avance importante en la capacidad metacognitiva, siendo en la adolescencia donde alcanza su máximo desarrollo.

FONTS DE L´APRENENTATGE MULTINIVELL

 El procediment de “Disseny de Programacions Múltiples” (DPM) aspectes generals

Les prinicipals fonts del DPM són:

 L’enfocament d’ Ensenyament Multinvell: Campbell, Campbell, Collicott, Perner

i Stone (1988), Collicott (1990, 2000), Schultz i Turnbull (1984)

 L’enfocament de “Disseny Universal de l’Aprenentatge”: Bulgren i Lennz

(1996), Mace (1997), Orkwis i McLane (1998), Pugach i Warger (1996),

Schumm, Vaughn, i Leavell (1994); Wehmeyer (2002), Zemelman, Daniels i

Hyde (1993)

 Procediments i instruments de planificació personalitzada –o individualitzadade

l’atenció educativa escolar a persones amb dificultats per a aprendre i per a

participar en entorns generals o normals”: Ruiz (1992, 1996, 1999, 2001,

2004), Pedragosa (2004)

 Elements de sistemes instruccionals per a la planificació individualitzada

generats en els nostres contextos educatius i del “Sistema funcional

d’aprenentatge individualitzat –SFAI”: Ferrandez (1983)

 Orinetacions i propostes de la UNESCO (2001) i de L’European Agency for

Development in Special Needs Education (2003, 2005)

 

«Es contradictorio hacer rankings de colegios y a la vez promover que desaparezcan las notas», advierte el profesor que rebate los eslóganes «molones» en educación. «Aprendes a base de repetir. No hay creatividad sin conocimiento», asegura

03 may 2022 . Actualizado a las 13:27 h.

La verdad es compleja, las leyes variables y las modas tan contagiosas en las aulas como en la calle. Existen mentiras comprobadas, pero extendidas, como la de que «únicamente utilizamos el 10 % del cerebro», advierte el profesor de secundaria Juan Fernández, que huye del recurso fácil y emocionante para enseñar. Hace cuatro años, este investigador que invita a tomar decisiones desde el conocimiento empezó a cosechar la curiosidad de cientos de personas que se convirtieron en miles con el blog Investigación docente¿Hay que motivar a los chavales para aprender? ¿Qué significa trabajar las emociones en el aula o el aprendizaje cooperativo? ¿Cuál es el valor de lo inútil? ¿Qué papel tiene la tecnología? Educar en la complejidad responde a preguntas como estas. «La educación no puede quedar al margen del avance de la tecnología. Por eso, lo primero que debemos enseñar como padres y como docentes es a apagarla», sostiene quien subraya que «la educación no es una lista de cosas ni de modas». ¿En qué se fijaría él a la hora de elegir cole para sus hijos? «En la atención personalizada en tutoría. La tutoría es fundamental. Y luego, en cómo les ha ido a los antiguos alumnos, sobre todo a los que han tenido dificultades. Porque hay alumnos a los que les va a ir bien en cualquier centro. Ver qué pasa con los alumnos que tienen dificultades te permite ver el aprendizaje cuando el contexto no ayuda».

—¿Por qué no es bueno preguntarles a los hijos por la nota de un examen?

—Cada uno puede preguntar lo que quiera. Educar en la complejidad intenta prevenir del «te voy a decir lo que tienes que hacer». Es más un: «Déjame decirte cosas que te ayuden a pensar para elegir mejor». Yo sí creo que, como familia, tenemos la posibilidad de cambiar el lenguaje y el centro de nuestras preguntas. Y como docentes también. Me parece bien que haya notas, pero quizá la pregunta debe ser: «¿Qué has aprendido hoy?». Y no es frecuente. Luego a los hijos les decimos: «Pues a ver si mañana el examen te sale bien». Usamos un verbo raro: «¿Cómo te ha salido el examen?», como si fueran setas en el campo... Los exámenes no salen, hay hábitos de estudio. Por eso cuando va mal, nos preguntamos qué debemos hacer, porque entendemos que el resultado es aleatorio. No lo es, hay maneras en que podemos ayudar a preparar las pruebas.

—Señalas dos claves educativas: hábito y límites. Y pones como ejemplo «Karate Kid». «Dar cera, pulir cera».

—Las tardes dando cera del señor Miyagi cultivan el hábito, que es lo central.

—¿Estamos perdiendo de vista el valor del hábito?

—Hoy en día, nos parece que espontáneo es igual a bueno, que todas las cosas espontáneas son buenas, y no es así. Estamos perdiendo el valor de las cosas que no son espontáneas, que hemos automatizado. Quizá te rechina, ¿no? Porque es bueno automatizar las cosas. A veces no sabes si has cerrado la puerta porque lo haces de manera automática. En el aprendizaje hay muchas cosas que se tienen que automatizar. ¡El ejemplo más claro es la lectura! Tú no lees fonema p, fonema a... Al automatizar, lo que haces es liberar memoria.

—¿Qué hay que hacer para empezar a estudiar, qué debe ser lo primero?

—Empieza con un folio en blanco, preguntándote qué sabes de ese tema, qué podrías escribir sobre ese tema que vas a trabajar. Es algo que tienes que automatizar, porque en el momento en el que te acostumbras a escribir sobre lo que sabes, cuando llega el momento de hacerlo en una prueba escrita, va a ser automático. Tienes el hábito. De la misma manera que parece que todo lo espontáneo es bueno, hoy se tiende a pensar que todo lo repetido es malo.

—¿Memorizar no es malo?

—Memorizar no es malo. Hay que repetir. Aprendes a base de repetir, repetir y repetir. Dile a un futbolista que no repita una falta... La repetición es la base del hábito y es una parte esencial de la comprensión. No hay comprensión si no hay memoria, igual que no hay creatividad, ni pensamiento crítico, sin conocimiento. Solo puedes tener pensamiento crítico sobre aquello sobre lo que tienes conocimiento. Esto es importante, porque se nos dice que el futuro es enseñar habilidades generales cuando sabemos que esas habilidades no existen; dependen de conocimientos específicos. Yo puedo tener pensamiento crítico sobre biología o sobre educación, no sobre la guerra de Ucrania.

—Desmontas algunos neuromitos con éxito. Una de las frases que están de moda es: «El cerebro necesita emocionarse para aprender». ¿Es un mito?

—¡Como si hubiera un estado en el que no haya emociones...! Siempre las hay. El problema es que pienses que «cuanto más intensa es la emoción mejor».

—¿Para aprender no lo es?

—No, porque la alta intensidad provoca el colapso. Entonces, no podrás asimilar bien las cosas, aprender.

—Al pensar en emociones, nos centramos en las positivas. El miedo o la ira las dejamos a un lado, las escondemos.

—Comprendo el eslogan que dice que hay que buscar la felicidad todo el rato, pero la felicidad es compleja. Se puede entender como un hacer lo que me da la gana, pero hay otra complicada, que requiere trabajo. Las emociones negativas son importantes para aprender. Si hablamos de pensamiento crítico, por ejemplo, necesito despertar ira cuando una postura es racista. Las emociones negativas son lo deseable frente a la injusticia, por ejemplo. A veces negamos que existen. Las emociones negativas no hay que negarlas, hay que aprender a gestionarlas. Hoy hay la intención de que todo el mundo sienta todo el rato emociones intensas y positivas.

—¿Lo ves mucho en las aulas?

—En las aulas y en muchos mensajes. Que sea todo intenso y muy positivo siempre, y esto, al final, solo se consigue cuando todo es egocéntrico. «¿Cómo ves esto, te gusta, te emociona?». Oye, tú no eres el centro del universo. Eso de «el alumno es el centro del aprendizaje» se puede interpretar de muchas maneras, pero no me parece bien que nadie sea el centro de nada.

—¿El niño no debe ser el centro?

—Es un error poner al niño en el centro como si fuese un pequeño dios.

—¿Al convertirlo en el centro, también lo cargamos de responsabilidad?

—Totalmente. Hay esa tendencia de apuntarlo a un montón de actividades. Tiene que vivir un montón de experiencias, de cosas. Y esto es en el fondo una carga. Ser el centro es insano. Los niños necesitan margen para zascandilear, y ese zascandileo inútil es interesante. Hay cosas improductivas que son fundamentales. Como el juego libre, el tiempo que pasamos observando, mirándoles hacer lo que hacen.

—No demonizas lo virtual.

—No. Pero la tecnología es un medio, no un fin. Hay que saber apagarla. ¿El futuro que nos espera es deseable? La escuela está para plantear alternativas. Hacemos un esfuerzo por adaptarnos a cosas que a lo mejor no son deseables. Hay que educar en torno a lo que creemos deseable, no en función de lo que creemos que va a pasar sí o sí.

—El aprendizaje cooperativo está de moda, pero no acabo de entender lo de los trabajos de grupo, y menos en casa. Dos trabajan, otros pasan.

—Está demostrado que se aprende mejor entre iguales, pero un trabajo en grupo nunca debe mandarse para casa. Primero, generas diferencias en función del tiempo y los recursos de cada hogar. Y lo segundo es que tú, como profesor, no puedes ver cómo trabajan. Con eso generas dinámicas perniciosas, es la ley de la jungla. El trabajo en equipo tiene sentido en el aula. El profesor debe identificar siempre quién ha hecho qué.

—Eso de «hay que trabajar en equipo» está muy bien siempre que las funciones de cada uno estén claras, repartidas.

—El problema es que en un trabajo de equipo yo, el profesor, me siente a hacer otra cosa mientras los chicos trabajan. El trabajo en grupo requiere mucha supervisión. Si no, no sirve para nada, solo para amargar a los que trabajan.

—¿Podemos aprender sin estar motivados?

—La motivación es consecuencia del logro, en este caso del aprendizaje, ¡no viene antes! Ser capaz de hacer algo es el motor interno que te mueve para seguir haciendo. La mejor motivación para aprender es aprender. Los premios generan dependencia.

—Inevitablemente, nos fijamos en los ránkings educativos. ¿Qué te parecen?

—Me parece algo contradictorio, por un lado se dice que cada vez hay que personalizar más la educación, con «cuidado con las calificaciones a los alumnos», pero a la vez estás calificando a los centros. Es contradictorio hacer ránkings de colegios y a la vez promover que desaparezcan las notas.

DUA-EL MAPA DE LA EMPATIA -ACCESIBILIDAD EMOCIONAL

 

Ejemplo de herramienta para la accesibilidad emocional: Mapa de empatía

1 Introducción


Duración:1 minuto y 12 segundos

Narración del vídeo en formato texto

El mapa de empatía puede ser útil para mejorar la accesibilidad emocional de nuestras aulas: entender mejor a nuestro alumnado, sus intereses, motivaciones, capacidades, lo que hacen y cómo lo hacen, y, en definitiva, ofrecer una mejor respuesta educativa.

Todos los docentes intentamos comprender a nuestro alumnado, qué le interesa, qué le preocupa, cómo aprende mejor, porqué en un momento determinado ha actuado de una forma que no esperábamos… y un largo repertorio de pensamientos y emociones que analizamos a diario.

Lo que ofrece el mapa de empatía es una manera de repasar estas cuestiones de forma sistemática. Todos sabemos ponernos en el lugar del otro y practicar la empatía, pero lo hacemos intuitivamente. El mapa nos guía a través de una serie de elementos y nos permite descubrir las cosas que no sabemos y que sería conveniente saber para poder realmente ponernos en el lugar del otro y llegar a comprenderlo mejor. Una vez interiorizada la técnica, puede servirnos para una gran variedad de situaciones tanto escolares como de nuestra vida personal.

mapa de empatía

DUA-DISEÑO UNIVERSAL DEL APRENDIZAJE

 

La accesibilidad

1 ¿Qué es la accesibilidad?


Duración: 4 minutos y 51 segundos

Narración del vídeo en formato texto

La accesibilidad universal está recogida tanto internacionalmente como en nuestro marco legislativo como una de las condiciones necesarias del sistema educativo:

“La equidad que garantice la igualdad de derechos y oportunidades, la inclusión educativa y la no discriminación, la accesibilidad universal y actúe como elemento compensador de las desigualdades personales, culturales, económicas y sociales, con especial atención a las que deriven de discapacidad.” Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la mejora de la calidad educativa LOMCE.

En el Decreto de inclusión 104/2018 de la Comunitat Valenciana se distingue entre accesibilidad física, sensorial, cognitiva y emocional: 

"La escuela inclusiva requiere que los espacios, servicios, procesos, materiales y productos puedan ser utilizados por todo el alumnado y por las personas miembros de la comunidad educativa sin ningún tipo de discriminación y se incorporen las condiciones que aseguren la accesibilidad física, cognitiva, sensorial y emocional.Artículo 3.9 Principios generales. Decreto 104/2018.

Pero ¿qué es la accesibilidad universal? Se define como la condición que los entornos, procesos, productos, servicios, objetos, herramientas, dispositivos… es decir, cualquier espacio, actividad o instrumento, sea comprensible, utilizable y practicable por todas las personas en condiciones de seguridad y comodidad y de la forma más autónoma y natural posible.

Para que esto exista, es necesario que esos espacios, actividades y objetos se hayan diseñado siguiendo los principios del “diseño para todos”, estrategia que consiste en considerar que las capacidades para deambular por un espacio, practicar una actividad o utilizar un objeto no son iguales para todas las personas y que, por tanto, es necesario diseñarlas teniendo en mente esta diversidad para que puedan ser utilizadas por todas las personas sin necesidad de adaptaciones.

Estas cuestiones parten del entorno de la discapacidad. Seguramente cuando hemos hablado de accesibilidad, has pensado rápidamente en la imagen de la persona en silla de ruedas. Sin embargo, esta idea se ha ampliado, ya que los entornos accesibles favorecen a todas las personas. El observatorio de la accesibilidad estima que para un 10% de la población la accesibilidad es fundamental, para un 40% es necesaria y para el 100% es confortable. Como veremos, los entornos, productos y servicios accesibles nos resultan cómodos a todas las personas y ha dejado de ser sinónimo de supresión de barreras físicas para adoptar una dimensión preventiva y amplia, generalizable a todo tipo de espacios, productos y servicios. Por otra parte, se trata de una variable fundamental para garantizar el cumplimiento del principio de igualdad de oportunidades, convirtiéndose paulatinamente en un reconocimiento general, como mejora de la calidad de vida de todos los ciudadanos.

La accesibilidad se relaciona con las tres formas básicas de actividad humana: la movilidad, la comunicación y la comprensión. Cuando no hay accesibilidad en estos aspectos, existen barreras que limitan a las personas. Las barreras son consideradas por la organización mundial de la salud como los factores ambientales, en el entorno de una persona, que condicionan el funcionamiento y crean discapacidad. Es fundamental identificar las barreras para modificar los entornos de forma que la interacción entre las personas con alguna alteración de la salud y su entorno no genere una discapacidad. Por ejemplo, una persona con movilidad reducida que utiliza silla de ruedas, tendrá un problema si ha de subir a un primer piso donde no hay rampa o ascensor, pero si lo hay, no habrá ningún problema y subirá como cualquier otra persona. Si tienes presbicia, las gafas o la tecnología, que aumente el tamaño del texto, serán soluciones que eliminarán esa barrera y harán los textos accesibles para que los puedas leer sin ningún problema.

Esta imagen puede que te resulte familiar, la utilizamos cuando hablamos de contextos accesibles. 

tres personas detrás de una valla, una que es más bajita no puede ver nada. En la segunda imagen la persona bajita cuenta con un cajón más donde subirse y ya puede ver. Hay una tercera manera de resolver la situación, cambiar la valla por otra transparente para que nadie tenga necesidad de subirse a los cajones

Vemos a tres personas que están viendo un partido, a pesar de contar con un recurso cada uno, hay una persona que no alcanza a ver el partido porque su estatura es bajita y la valla es muy alta. Una solución es repartir de otra manera los recursos, de forma que la persona que no necesita el recurso, porque es más alta y el contexto no supone una barrera, le deje el recurso a la persona que lo necesita. Ahora, todos pueden ver el partido, pero si un día el recurso desaparece o se rompe, esa persona, que depende de él, volverá a tener dificultades.

Hay otra solución para esta situación: cambiemos el contexto. La valla que antes era una barrera que requería una serie de recursos para paliarla, ahora ya no es una barrera. Hemos convertido un contexto discapacitante que dejaba a algunas personas fuera, en un contexto accesible e inclusivo. Este ejemplo, nos sirve para entender lo fundamental respecto al objetivo de la accesibilidad, es fácil de comprender; sin embargo, cuando en lugar de una valla o un contexto físico, estamos hablando de hacer accesible el currículum, las cosas no son tan fáciles. Necesitamos estrategias y metod

LOS SAAC

 ¿Sabes qué son los sistemas aumentativos y alternativos de comunicación? En UNIR abordamos en qué consisten y qué tipos de SAAC existen.

Uno de los mayores problemas a los que se puede enfrentar cualquier ser humano es la incapacidad para poder comunicarse, el querer establecer una comunicación con otra persona y no poder hacerlo. Precisamente, con el objetivo de instaurar o rehabilitar la capacidad comunicativa de las personas que sufren este tipo de discapacidad, nacieron los Sistemas Alternativos y Aumentativos de Comunicación, los SAAC. En UNIR abordamos en qué consisten y qué tipos existen.


¿Qué son los SAAC?

Los Sistemas Alternativos y Aumentativos de Comunicación son instrumentos de intervención educativa y logopédica dirigidos a personas con alteraciones diversas de comunicación y/o lenguaje. Conocer mejor esta estrategia es vital para los profesionales que prestan apoyo a este tipo de personas. Los SAAC son especialmente útiles si se aplican en la Atención Temprana.


El objetivo de los Sistemas Alternativos y Aumentativos de Comunicación es, precisamente, la enseñanza de un conjunto de estructuras de códigos no vocales, que permitirán establecer o ampliar las posibilidades de comunicación de personas con déficit o incapacidad para hablar, fomentando así su autoestima y autonomía personal y social.


Quienes van a utilizar los SAAC son aquellas personas que presentan una dificultad importante en su capacidad de comunicación de forma puntual o permanente. Se podrían clasificar en cuatro grupos:


– Personas con discapacidad motora a consecuencia de parálisis cerebral, traumatismos craneoencefálicos o patologías neuromusculares progresivas, como las distrofias musculares.

– Personas con discapacidad intelectual, cognitiva o psíquica, como trastornos de desarrollo y trastorno espectro autista (TEA).

– Personas con discapacidad sensorial, como sordera, ceguera o sordoceguera.

– Personas sometidas a operaciones o con lesiones que impliquen limitaciones en los órganos encargados del habla.

 

EL SINDROME DEL IMPERMEABLE BLANCO

 «El síndrome del impermeable blanco»

Siendo cierto que hoy se rechaza la fatalidad y reclamamos el confort, con ausencia de dolor, disforia o sufrimiento, también lo es que el médico debe continuar siendo el profesional de la bata blanca y no devenir en el profesional del impermeable blanco, ese que cada mañana se coloca esta prenda y la mantiene puesta durante toda su jornada laboral, 
resbalándole todo cuanto sucede a su alrededor, al margen de su estricto deber, y que posiblemente sabe mucho, pero que no es cercano y agradable, mostrándose distante, soberbio y altanero, tal vez como respuesta a sus propios temores y carencias. Las claves son:
capacidad, honestidad, generosidad, actitud crítica y autocrítica, compasión, buen humor, acertado criterio profesional y humanidad.

Doctor Pacheco Guevara R . Médico Especialista en Medicina Legal y Bioeticista

Hospital General Universitario Reina Sofía de Murcia

miércoles, 4 de mayo de 2022

¿Cómo contribuyen las Unidades Pedagógicas Hospitalarias a la humanización de los hospitales?

 



¿Cómo contribuyen las Unidades Pedagógicas Hospitalarias a la humanización de los hospitales?

Incorporando actividades, talleres o proyectos relacionados con:

·         La musicoterapia

·         Las terapias con los animales.

·         El arteterapia

·         Cuentoterapia.

·         Facilitando el acompañamiento de la familia o personas que se decidan durante todas las fases del proceso asistencial.

·         Implicando a las personas en la toma de decisiones compartidas, diseñando para ello: protocolos de información a familiares, guía de información al alta, etc.

·         Formación específica de los profesionales relacionados con este entorno despertando una especial sensibilidad hacia este ámbito: promover el buen humor, la compasión….

·         Adecuar las situaciones y los espacios para preservar la intimidad de la persona y la confortabilidad durante los procesos de atención.

·         Desarrollar competencias humanísticas y relacionales en los profesionales a través de valores y habilidades para el acompañamiento terapéutico.