miércoles, 5 de junio de 2019

DEFICIT DE ATENCION EN E.PRIMARIA


Muchos niños y niñas con TDAH llegan a la etapa de educación prima- ria sin un diagnóstico, en ocasiones sin una sospecha de que tienen un trastorno, y que además éste es tratable. A los 6 o 7 años este alumnado ya tiene que ser capaz de sentarse un tiempo largo a escuchar, tiene que aprender o saber ya leer y escribir, tiene que poder hacer tareas cortas por escrito, empieza a memorizar, a utilizar la lógica en las operaciones mentales, entender las relaciones de causa-efecto de las cosas y de los comportamientos, ir haciéndose una idea de la duración del tiempo (una hora, 5 minutos).
Además, los niños y niñas con un desarrollo normal van regulando su comportamiento por sus consecuencias, suelen buscar la gratificación, buenas notas, aprobación de la familia y los profesores, por ejemplo; son capaces de esperar a que esa gratificación no sea inmediata, pueden esperar a las evaluaciones, y las notas conseguidas pueden influir en su conducta posterior hacia los estudios; cada vez van siendo más capaces de controlar sus impulsos, sus enfados, su rabia, sin descargarla inmedia- tamente en rabietas, agresividad o descontrol.
El alumnado con TDAH puede presentar algunas dificultades en as- pectos muy concretos debido a su inmadurez. En algunos niños y niñas se pueden observar, en ocasiones, algunas de las siguientes características: a veces les cuesta hacer una página de deberes seguida; en ocasiones son impulsivos y contestan con la primera respuesta que se les ocurre sin fijarse bien en el enunciado; algunos pueden no tener la suficiente pacien- cia y cuidado para escribir correctamente, saltándose letras o palabras, cometiendo errores en tareas que de sobra comprenden y saben hacer.



Al profesorado siempre le llama la atención que los resultados es- colares no reflejan la capacidad del niño o niña. En la misma asignatura pueden sacar notas diametralmente opuestas. Lo que ocurre es que para hacer bien un examen se necesita, además de saber los contenidos, fijar- se, concentrarse y no precipitarse. Es bueno que el profesorado se adap- te a las características de cada niño y niña y piense la forma de evaluar lo que el alumno o alumna sabe, mientras se desarrollan en el niño o niña la atención, concentración y la reflexividad.


ESTRATEGIAS PARA MEJORAR LA ATENCIÓN EN PRIMARIA
La atención es un proceso complejo, relacionado con actividades tales como seleccionar información relevante, mantener la atención de forma constante durante un tiempo prolongado o realizar una actividad evitando distracciones. 

El déficit de atención no implica una incapacidad total para mantener la atención, el alumnado con TDAH puede atender como cualquier otro en determinadas circunstancias, pero a costa de un esfuerzo mucho mayor. 

Los niños y niñas con TDAH pueden tener mucha dificultad en la atención en situaciones en las que la estimulación es lenta y monótona. Mantener la atención en situaciones de este tipo les produce una fatiga mayor que a los demás alumnos y alumnas.
Es necesario utilizar estrategias para captar y mantener su atención, prestando el profesorado atención a cada uno en la medida que lo necesi-ta y de manera más acusada a los niños y niñas con TDAH, ya que como sabemos existe un déficit en los mecanismos atencionales.

Crear un entorno físico y ambiente estructurado
  Trabajar las normas, que deben ser claras, sencillas y consensuadas con el resto del equipo docente. Colocarlas en un lugar visible.

  Establecer una rutina diaria en el funcionamiento del aula.

  Anticipar los cambios en las rutinas.

  Colocar en un lugar visible el horario semanal de clase. en Primaria

  Planificar la ubicación del alumnado.

Organizar las tareas a realizar y los materiales a utilizar
  Utilizar medios técnicos que favorezcan su atención (vídeos, ordenadores, etc).

  En relación a las tareas escolares tener en cuenta que deben ser cortas, estructuradas y motivadoras; y mejor que sean pocas, variadas y supervisadas.

  Utilizar esquemas y mapas conceptuales.

  Enseñar al alumnado a utilizar listas de secuenciación de las tareas que le guíen en la realización de las actividades, pueden ser con imágenes o con texto.

  Enseñar al alumnado técnicas para organizar el tiempo.

  Enseñar a preparar y organizar el material necesario para la actividad antes y al finalizar la sesión.

  Avanzando hacia un funcionamiento más autónomo, dar un tiempo para que el alumno o alumna con TDAH organice el material que va a necesitar.

Asegurarse de que ha entendido la tarea
  Captar la atención del alumnado con TDAH antes de dar la explicación al grupo.

  Resumir de forma individual las indicaciones dadas al grupo.

  Repetir los mensajes, utilizando otras palabras, gestos o un apoyo visual.



  Pedir al alumnado con TDAH de modo discreto que exprese verbalmente lo que ha entendido.

  Establecer compañeros o compañeras de supervisión y estudio con estrategias adecuadas y buen nivel de concentración que ayu- den al alumnado con TDAH en determinados momentos.

Controlar el tiempo dedicado a las actividades
  Acordar con el alumnado con TDAH de forma individual una señal que evite su distracción y les reconduzca en su tarea.

  Fragmentar la actividad en partes cortas, supervisando el tiempo que dedica a cada una.

  Marcar tiempos concretos para la realización de la tarea.

  Usar un reloj o cronómetro para la realización de las actividades.

  Dar las instrucciones a medida que vaya realizando los diferentes pasos.

  Avisar con antelación antes de la finalización del tiempo dedicado a la actividad. Primaria

  Supervisar de forma discreta la realización de la actividad propuesta.

Desarrollar periodos de concentración cada vez más largos
  Mantener contacto visual frecuente con el alumno o alumna con TDAH.

  Estructurar la sesión planificando el trabajo y los descansos, respe- tando sus periodos de concentración, reflejándolo de forma visual a nivel general o de forma individualizada para el alumnado con TDAH.

  Reforzar los aumentos en el tiempo de atención con un guiño, una sonrisa, etc.



Ayudar a planificar su vida escolar
  Recordar al alumnado con TDAH el horario escolar y las activida- des diarias.

  Recordarle las fechas de entrega de trabajos o de realización de exámenes, a medida que se vayan acercando.

  Ayudarle a apuntar las tareas y supervisar que lo ha hecho.

  Supervisar la agenda y el material que va a necesitar, tanto en la escuela como en casa.

Aumentar su motivación y capacidad de esfuerzo
  Proponer actividades variadas.

  Proponer actividades cooperativas, formando grupos de trabajo con funciones claramente diferenciadas.

  Proponer tareas nuevas que, suponiendo un reto, estén al alcance de sus posibilidades.

  Hacerle participar con éxito en clase haciéndole preguntas cuya respuesta conozca.

  Realizar comentarios positivos y refuerzos ante cualquier aproxima- ción a la conducta deseada.

  Rescatar y destacar las conductas positivas del alumno o alumna.

  No etiquetar ni hacer juicios de valor sobre la conducta inade- cuada.

  Señalar la conducta adecuada que debe sustituir a la inadecuada.

  Ir aumentando el nivel de exigencia conforme se van produciendo avances en su aprendizaje.

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