¿Qué es el empoderamiento en el aprendizaje?
Si antes de nada quieren una aproximación visual al empoderamiento pueden ver este popular anuncio de una casa de productos lácteos. En él se viene a decir que una profesora motivada es capaz de conseguir cualquier cosa con sus alumnos (y sus compañeros de trabajo).
El empoderamiento, es pues un “chute” de ánimo y confianza emocional para desempeñar la labor docente. Se basa en tres principios:
- Empodérate
- Empodérale
- Empodéralos
El primer principio, “empodérate”, se basa en que tienes que afrontar tu trabajo docente con ánimo, pensando que puedes hacer las cosas bien a pesar de que haya muchas adversidades. Es cierto, todos conocemos a profesorado que es pesimista, que dice que el problema siempre es del alumnado, que viene mal preparado, que es un vago, que no estudia,… Este tipo de profesorado nunca intentará hacer ningún cambio. Está convencido de la inutilidad del mismo.
El segundo principio, “empodérale”, se basa en convencer a cada persona que es capaz de hacer las cosas, que el fracaso es un principio de aprendizaje. Es fijarte en lo que hace bien (o lo que puede hacer bien), es animarle, convencerle de sus propias fortalezas. Básicamente es tratarle como una persona con capacidades, como una planta que tienes que ayudar a crecer, y sabes que crecerá.
El tercer principio, “empoderalos”, es un viejo principio. William Wallace arengó a sus tropas antes de la batalla en Braveheart. De forma más breve lo utilizó el presidente Obama en su famoso “Yes We Can”. Se trata de que la clase se identifique como grupo y que se refuerce su confianza en el mismo. Fomentar la cooperación y el apoyo son las claves.
La seña de identidad del empoderamiento son las emociones. Por tanto es compatible con cualquier otra innovación educativa. Se trata de añadir emociones.
Lo mismo que un poquito de sal mejora sustancialmente las comidas, el empoderamiento mejorará cualquier actividad de aprendizaje que se proponga realizar.
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