El artículo de hoy quiere abordar un tema tan delicado como necesario: la baja autoestima del profesorado. Mi intención en esta entrada es la de dar algunas pistas de lo que se puede denominar como docente con baja autoestima con la intención de, una vez detectadas tus debilidades, puedas hacerles frente con algunas pautas que te propondré.
Para la redacción de este artículo sobre la baja autoestima del profesorado me he servido del libro de Joan Vaello titulado El profesor emocionalmente competente, un manual que desdeJustifica tu respuesta te recomiendo leer encarecidamente.
¿Quieres saber si eres un docente con baja autoestima? Si es así, espero que me acompañes en la lectura de este artículo.
Zarpamos…
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Indicadores de una baja autoestima en el profesorado. ¿Qué se entiende por autoestima?
Antes de abordar directamente el tema de la baja autoestima, déjame que te defina primero qué se entiende por autoestima. Para ello citaré la definición que hace Joan Vaello en su libro y que me parece magnífica:
“La autoestima se podría definir como un conjunto de juicios valorativo sobre uno mismo, que conforman un sentimiento de aceptación de sí mismo y una cierta apreciación subjetiva de la propia valía. Se logra a partir de la percepción de los logros alcanzados en el pasado, del potencial percibido por uno mismo y de las señales explícitas e implícitas que detectamos en los mensajes valorativos que nos emiten continuamente las personas con la que nos relacionamos, especialmente los que son significativos para nosotros (padre, amigos, etc.)” [VAELLO, p.151]
¿Cuáles son los principales indicadores de una baja autoestima?
Debes ser consciente de que si eres un docente que amas tu profesión, es normal que en determinados momentos te asaltendudas sobre tu quehacer en el aula. Esto no es algo malo ni preocupante. Lo preocupante es que estos pensamientos o percepciones negativas sobre tu persona y sobre tu trabajo acaben por dominar tus pensamientos y, por ende, tu vida.
Algunos de los rasgos de una baja autoestima por parte de un docente serían:
- Ejercer una crítica desmesurada sobre ti mismo.
- Tener ataques de ansiedad con cierta regularidad.
- Experimentar un sentimiento de culpa constante.
- Reaccionar de manera exagerada ante determinadas situaciones.
- Encajar muy mal las críticas.
- Hacer una autocrítica excesiva y desmesurada sobre tu quehacer en el aula.
- Tener un umbral de malestar muy bajo.
- Tener una sensación de descontrol en el aula.
- Manifestar una tendencia depresiva.
- Estar continuamente irritable.
- Necesitar complacer continuamente a los demás.
- Tener pensamientos autodestructivos.
Ahora que has leído estos indicadores, no sé hasta qué punto te habrás sentido identificado con alguno de ellos.
En todo caso, creo que lo importante para una correcta gestión de una baja autoestima pasa en primer lugar por ser consciente de lo que te pasa. Se trata, en definitiva, de ser capaces de poner nombre a aquello que somos, vivimos y, en determinados momentos, padecemos.
¿Qué estrategias resultan útiles para vencer la baja autoestima?
Tengo una buena noticia para ti. La baja autoestima no sólo se puede detectar, sino también combatir. Este artículo no quiere ser sólo un listado de indicadores de baja autoestima. Este artículo también pretende darte algunas orientaciones que creo que pueden ayudarte en caso de que te hayas sentido plenamente identificado con algún indicador.
8 Estrategias para combatir la baja autoestima.
Joan Vaello propone en su libro ocho estrategias para combatir la baja autoestima. Son estas:
1. Trabaja las fortalezas por encima de las debilidades.
Hay que empezar por detectar cuáles son tus puntos fuertes. Aquello que se te da bien, aquello en lo que realmente eres bueno, aunque no guarde relación directa con la docencia. Esto te permitirá olvidarte de tu puntos débiles. Para ello:
- Envíate a ti mismo mensajes positivos.
- Disfruta de los pequeños logros.
- Conviértete en tu mejor amigo.
- Acepta gestos y mensajes positivos de los demás.
- Evita las autodescalificaciones negativas como “Soy una...”, “No valgo para...”
- Piensa que los demás no son mejores que tú, sino diferentes.
2. Combate la culpa exagerada.
La culpa y la preocupación probablemente son las dos emociones más inútiles que existen. Por tanto:
- Considera los fracasos como errores subsanables y como oportunidades para aprender.
- Habla más de responsabilidad que de culpabilidad.
3. Combate las preocupaciones.
Uno de los factores que más ansiedad provoca en las personas es la preocupación exagerada. Para combatirla, hay que centrarse en el presente y no en el futuro. Porque el presente es para vivirlo de manera activa en lugar de tóxica.
Por tanto, el lema que ha que seguir es el siguiente:
En la vida hay que ocuparse, no preocuparse
4. Practica buenos hábitos.
La repetición de una conducta de forma repetida acaba por convertirse en un hábito. Fomentar determinados hábitos puede resultar muy beneficioso para combatir una baja autoestima.
En esta dirección, Joan Vaello propone algunos hábitos muy efectivos como:
- Fomentar el saludo empático.
- Acabar la clase expresando asertivamente tus sentimientos sobre cómo se ha desarrollado la sesión lectiva. Si quieres saber cómo ser un docente asertivo, te recomiendo la lectura de esteartículo.
- Agradecer los esfuerzos por intentar crear un buen clima en el aula.
- Mantener la calma como principio de actuación.
5. Flexibiliza los deberes.
El deber se convierte en una especie de esclavitud cuando los concibes como una postura crítica sobre cómo deberían suceder las cosas. Hacer las cosas bien es un signo de responsabilidad, pero la tiranía del deber sólo conlleva a un exceso de culpabilidad y a la creencia de que todo lo que ocurre a tu alrededor es responsabilidad tuya.
No quieras convertirte en un esclavo del deber que sólo ve las cosas como correctas o incorrectas, como buenas o malas. Para evitarlo:
- Adopta una actitud flexible, es decir, permítete algunas excepciones.
- Haz lo que está en tus manos. No te sientas obligado a hacer más de lo que has hecho.
- Procura hacer las cosas bien en lugar de hacerlas siempre perfectas.
- No te sientas obligado a cumplir las obligaciones ajenas.
- Adáptate de manera realista a una situación.
- Haz las cosas lo mejor posible, pero sin que te dañe emocionalmente.
- Crea espacios de humor.
- Aprende a delegar.
6. Aprende que el error es una forma más de aprendizaje.
Debes partir de la convicción de que el error forma parte del crecimiento personal de las personas. Por tanto, manejar de forma eficaz los errores puede ser una excelente oportunidad para reafirmar tu autoestima.
Aquí tienes algunas estrategias para enfrentarte con las mejores garantías a un error:
- Establece y acepta un porcentaje realista de errores.
- Entiende que el único error intolerable es aquel del que no aprendes nada.
- No te ataques pon un error cometido.
- Combate de forma proactiva los errores que se convierten en errores crónicos.
- No confundas el error con la falta de valía.
7. Maneja la autocrítica.
La autocrítica es necesaria también para crecer en lo personal y en lo profesional. El problema no es la autocrítica, sino el exceso de autocrítica. Para combatirla, aquí tienes algunas estrategias:
- No te regocijes en los errores del pasado.
- Elabora refutaciones específicas por escrito tales como “No es cierto lo que estoy pensado…“
- Busca la utilidad de una crítica con expresiones como “¿Qué gano con…?”
- Usa descripciones mejor que valoraciones.
- Mantén un equilibrio entre lo que quiero y lo que puedo.
- Toma distancia de las cosas.
- Visualiza el éxito.
8. Maneja las críticas ajenas.
El hecho de no saber encajar las críticas ajenas puede ser uno de lo detonantes de una baja autoestima. Para combatirla, Joan Vaello propone las siguientes estrategias:
- Aprende a distinguir entre las críticas justas y las críticas sin fundamentos.
- Aprende a reconocer tus errores y verbalízalos: “Me he equivocado en…“
- Admite desconocimiento sin disimulo: “No lo sé”. Sobre este apartado no te pierdas la lectura del artículo titulado La extraordinaria historia de un docente que respondió con un NO LO SÉ a un alumno.
- No pienses qué pensarán.
- Agradece las críticas justas y constructivas.
Lidiar con la baja autoestima. A modo de conclusión.
He querido escribir este artículo con la firme convicción de que se puede combatir la baja autoestima. Pero para ello es fundamental tu actitud, tu deseo y tu proactividad.
Ojalá que este artículo te haya servido para detectar no sólo tus debilidades, sino también tu enorme valía como docente.
Fuente del artículo: El profesor emocionalmente competente, de Joan Vaello.
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