Teniendo en cuenta las aportaciones de Flecha y Larena (2008) los antecedentes de las
CdA podemos encontrarlos en autores como Naisbitt (1983) al defender que la sociedad
de la información es más democrática e igualitaria si tenemos en cuenta que la nueva
sociedad está originada como resultado de la selección de información y su posterior
procesamiento que puede ser realizado por todas las personas.
También hemos de destacar las aportaciones de Freire (1997a) que nos indica que, desde edades tempranas,
y a través del propio diálogo interior nos estamos desarrollando como un yo que actúa,
piensa y dialoga. Este autor concibe la educación desde la relación dialógica para
conseguir una sociedad más democrática. El diálogo es por tanto un factor clave en esta
nueva sociedad de la información.
El Proyecto de Comunidades de Aprendizaje va en esta línea, al recoger los
enfoques teóricos -desde la educación, sociología y psicología- y las
prácticas educativas inclusivas, de reconocido prestigio, que están dando
mejores resultados desde la conexión de un aumento de aprendizaje con una
mejora de la convivencia (Flecha y Larena , 2008, p. 22).
Es a partir de estas aportaciones que surge la necesidad de establecer nuevos escenarios
educativos basados en el acceso, selección y procesamiento de la información a todas
las personas sin distinción de edad, sexo o grupo social. Para ello es necesario poner el
énfasis en el diálogo y en las relaciones sociales con todos los componentes del ámbito
educativo sin exclusión social.
Las principales finalidades de las CdA son la mejora de las relaciones de todos los niños
y niñas, el éxito escolar y la inclusión de todos los componentes del grupo clase, sin
excepción.
Todos los niños y niñas tienen derecho a una buena educación y a una
formación de cara al futuro, sin estar condenados, de antemano, a tener una posición
cultural y educativa en desventaja. Las CdA no solo transforman, como hemos dicho
anteriormente el centro educativo, sino que es un proyecto de transformación de todo el
entorno, y no de adaptación al mismo. Es fundamental tener en cuenta que para mejorar
el aprendizaje de los niños y niñas sobre todo en las zonas más marginadas es
indispensable comenzar esa transformación en el entorno de los niños y niñas.
En las CdA no solo se preparan a los niños y niñas para un mundo laboral competitivo
sino que tiene por objetivo enseñar tanto contenidos como valores relacionados con la
solidaridad y la igualdad.
Otro de los principales objetivos de las CdA es la mejora de la
relación y la convivencia en las aulas a través de la reflexión y el diálogo igualitario.
Andalucía ya cuenta con más de cincuenta Comunidades de Aprendizaje en Educación
Primaria.
La base de este proyecto es que la responsabilidad del éxito de la tarea educativa recae en toda la comunidad educativa. Con este proyecto se
pretende prevenir las situaciones de abandono escolar con el objetivo de actuar antes de
que se dé el fracaso escolar.
En España, siguiendo la línea de Flecha y Larena (2008), el proyecto de CdA tiene
como antecedente principal el centro de educación de personas adultas de la Verneda -
Sant Martí que surgió a finales de la década de los setenta como reivindicación y lucha
para la mejora del barrio del centro. Los movimientos y las reivindicaciones
promovieron la creación de nuevos espacios para el barrio, como biblioteca, guarderías,
escuela de educación de personas adultas, etc. Estos nuevos espacios generaron la unión
de la escuela y el barrio. A partir de ese momento en la escuela se trabaja a partir de la
solidaridad, la participación y la inclusión. Trabajan para la formación de las personas
de forma integral. Actualmente el objetivo principal de la escuela es garantizar la
igualdad de todos tanto en el aprendizaje como en la toma de decisiones.
Desde esta perspectiva de aprendizaje, se entiende la enseñanza como un proceso
comunicativo, por el que las personas aprenden cuando están en relación e interacción
con el entorno. Mediante el diálogo transformamos las relaciones y nuestro propio
conocimiento. Siguiendo a Flecha (1997), el aprendizaje dialógico se produce en
interacciones que aumentan el aprendizaje, favoreciendo las relaciones y los principios
de igualdad. El aprendizaje dialógico requiere de siete principios fundamentales:
- Diálogo igualitario, es decir, el diálogo basado en las relaciones comunicativas
horizontales. Todos los argumentos que se utilizan en el proceso comunicativo
tienen la misma validez y no en función de poder según distintos grupos
sociales.
- La inteligencia cultural que va más allá de la inteligencia académica, y que
supone la adquisición de habilidades prácticas para poder solventar problemas y
situaciones concretas de la vida cotidiana.
- Educación basada en la transformación, que supone no adaptarnos a las
situaciones sino transformarlas para conseguir el éxito de la tarea educativa. En
este sentido hay que destacar la aportación de Freire (1997b) quien considera
que somos seres de adaptación y no de transformación
La dimensión instrumental del aprendizaje se conecta con la dimensión
humanista, es decir, la educación basada no solo en competencias sino también
en el esfuerzo.
- Creación de sentido. Una de las principales características de la educación que
no responde a las necesidades educativas actuales, es la falta de motivación por
parte del alumnado. Esto hace que los niños y niñas no sientan confianza en
ellos mismos lo que supone que siga existiendo una tasa elevada de abandono
escolar. Las escuelas pueden ser escenarios de transformación y de creación de
lugares en los que las diferencias culturales sean elementos necesarios en el
aprendizaje de los niños y niñas.
La solidaridad es una de las claves del diálogo igualitario. Las aportaciones
comunicativas tienen la misma relevancia en todos los colectivos. Es importante
luchar por unas mejores condiciones de vida de todas las personas a partir de
enfoques educativos que busquen la igualdad.
- Y por último el principio de igualdad de diferencias para conseguir una sociedad
más democrática. Las relaciones sociales entre personas de diferentes grupos
sociales o culturales deben ser consideradas como enriquecedoras de las tareas
educativas y no como un obstáculo en el aprendizaje de los niños y niñas.
Las CdA, por lo tanto, dan cabida a todas las personas y colectivos sin discriminar
según las características de las personas. Es por tanto que suponen un modelo de
éxito en la tarea educativa. La base del aprendizaje es la diversidad y las relaciones
comunicativas con personas con características heterogéneas.
La formación de familiares es uno de los objetivos fundamentales de las CdA ya que
van a participar en la tarea educativa de los niños y niñas. La formación hacia los
familiares va encaminada fundamentalmente a conocer como favorecer las interacciones
de los alumnos y alumnas en el aula y a mejorar el acceso y procesamiento a la
información.
El voluntariado constituye un pilar fundamental en el desarrollo de las CdA. El
voluntariado no sólo participa de las actividades que surgen sino que introduce nuevas
interacciones en las escuelas.
La interacción y el intercambio de relaciones comunicativas son dos premisas que se
tienen que dar en el desarrollo de las comunidades. El objetivo de los voluntarios es
potenciar esas interacciones y relaciones comunicativas y además introducir nuevas
interacciones con sus propias aportaciones.
Todas las personas que deseen ser voluntarios ya sean del entorno o no de la comunidad
pueden participar en los centros educativos. En las Comunidades pueden colaborar todo
tipo de personas, ya sean personas con estudios primarios, secundarios o incluso
personas sin formación académica.
En las CdA se trabaja fundamentalmente a partir de grupos interactivos, tertulias
dialógicas, bibliotecas tutorizadas y trabajo por proyectos, este último es la base de
nuestro trabajo y, por tanto, será desarrollado con mayor profundidad.
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