¿Estamos aplicando bien la coeducación?
Hmmm… Lo cierto es que, en cuanto a coeducación, todavía tenemos mucho que mejorar. Creemos que vivimos en una época de igualdad, que sabemos coeducar y que lo hacemos genial. Pero en esta asignatura, los profes en general, suspendemos. Y ¿por qué ocurre esto? Pues porque llevamos en nuestra cultura una manera en la que hemos sido educados que nos cuesta mucho replantear. No es que no queramos aplicar una coeducación justa y correcta, es que lo hacemos mal sin darnos cuenta.
¿En qué fallamos en relación con la coeducación?
Fallamos en coeducación en nuestras expectativas hacia niños y niñas, nuestros comentarios dentro y fuera del aula, en nuestra manera de organizar la clase, en nuestra manera de ignorar ciertas injusticias, en nuestro poco activismo hacia la igualdad… Tenemos que ser más críticos con nosotros mismos y nuestros colegas. Si hay algo que no te parece justo o escuchas un comentario que está fuera de lugar, en vez de callarte, es necesario que des tu opinión al respecto. Todos podemos aprender de todos.
¿Qué podemos hacer para coeducar?
Principalmente tratar de no etiquetar ni condicionar según el sexo, algo difícil a veces por nuestro pasado, pero no imposible. ¿Y cómo se hace esto? Aquí os dejamos unos cuantos ejemplos de coeducación:
- Analizando nuestros comentarios: Un ejemplo de coeducación sería tratar de no alabar siempre la belleza en las niñas (ya llega con la publicidad y los medios), y la fuerza, rapidez o valentía en los niños.
- No agrupando por sexos: Esto les refuerza la idea de que sus diferencias (porque cada uno es único y diferente) se hallan en su sexo, y no en su personalidad, capacidades, gustos, etc. Y si la clase se encuentra ya muy marcada por el sexo porque tienen cierta edad, esto ayudará a no perpetuar estereotipos.
- Organizando espacios y actividades de manera igualitaria: La coeducación también debe estar presente en juegos y rincones, sobre todo en infantil – procurad que todo el mundo tenga oportunidad para todo tipo de juego, que prueben todos, aunque no sean buenos en algo, e incluso aunque no les atraiga. Es una manera de darles oportunidad para intentar hacer algo que quizás fuera del entorno escolar no tengan permitido, o no se atrevan por vergüenza. Y dialogando les puedes explicar que no hay juegos de niños o de niñas, ni colores, ni gustos. La coeducación apuesta por la elección libre de cada uno en base a sus preferencias únicas. Todo esto es algo que, por supuesto, no debe ser transmitido de manera puntual, sino de manera continuada a lo largo del curso. Organizad el patio para que todo el mundo tenga el mismo espacio y oportunidades de juego.
- Revisando nuestro lenguaje y los materiales que usamos habitualmente, en especial la literatura infantil: Adquirir nuevos títulos que rompan estereotipos y haced uso de los clásicos de manera correcta. Un clásico guiado puede dar para mucho debate y trabajo.
- Realizando actividades de concienciación en coeducación: En los cursos altos de primaria podemos analizar anuncios de publicidad sexista, por ejemplo. Cuando encontremos algún comentario en medios, revistas, o los propios libros de texto que discrimine a hombres o mujeres por su sexo, trataremos de debatirlo, e incluso podemos realizar algún tipo de acción de denuncia.
Hay muchas otras manera de coeducar, de implementar la coeducación correctamente, pero si todos adoptamos alguna, iremos poco a poco mejorando nuestra sociedad.
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